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Absolutamente todo (Terry Jones, 2015)

19/05/2016
Absolutamente todo imagen destacada

El regreso de los Monty Python

Absolutamente todo” es una película promocionada y conocida como un inesperado retorno a la gran pantalla de los irreverentes y únicos Monty PythonTerry Jones se encarga de las funciones detrás de la cámara y de un guión coescrito junto a Gavin Scott. La historia arranca con una reunión de unos extraterrestres que deciden otorgar a un ser humano unos poderes con los que puede hacer, como reza el título, absolutamente todo. La persona seleccionada es Neil (Simon Pegg). Es un profesor de colegio desilusionado con su vida, y con muy poca habilidad para hablar con la compañera de trabajo que le gusta, Catherine West (Kate Beckinsale).

Una vez Neil consigue sus poderes pasará de la preocupación a un sentido del deber que le llevará a situaciones que no se imagina. Buscará consejo en su perro Dennis (con voz del difunto Robin Williams), a quién le da primero la habilidad de comunicarse, y luego la capacidad de comprensión. A partir de aquí empezará una sucesión de situaciones de lo más dispares en los que el humor absurdo típico del grupo humorístico inglés tomará las riendas de la narración.

Simon Pegg en Absolutamente todo
Simon Pegg en Absolutamente todo

Hilvanada a base de sketches

Aunque lo cierto es que la película funciona, en resumen, a modo de sketches a partir de los poderes de Neil, la película tiene algún gag recurrente durante su metraje y una trama principal que se resumen en chico quiere interesar a una chica. Simple pero efectivo. Este es el hilo conductor de la historia con el que el equipo creativo aprovecha para volver a reírse de la inaptitud humana y lo absurdo de sus actitudes, como ya hiciera en la icónica “Monty Python’s Flying Circus“. Se tiene que decir que el grueso de la premisa puede recordar a otra comedia titulada “Como Dios” (Tom Shadyac, 2003). En ella, a Jim Carrey le concedían poderes del mismísimo Dios para que aprendiera lo que supone dirigir un mundo.

Sin embargo, la diferencia radica en un sentido del humor muy diferente. «Absolutamente todo» es menos irreverente e histriónica que en el caso de la producción de Carrey, y está mucho más centrada en un humor absurdo y blanco. El concepto de humor blanco se puede extender también a una cierta inocencia en la premisa que, aunque no se puede decir que sea mala, tampoco debe afirmarse que sea beneficiosa para la película una vez se entra en un terreno más de moraleja. Por lo demás, hay una preferencia hacia la creación de escenas cómicas para crear un crescendo de gags que no siempre deja que se pueda predecir su desenlace, que en la confección de una historia o unos personajes más elaborados.

Kate Beckinsale en Absolutamente todo
Kate Beckinsale en Absolutamente todo

Generaciones de cómicos

Simon Pegg, cuyo talento para la comedia es más que patente tras ver sus colaboraciones con Edgar Wright en “Shaun of the Dead” (2004), “Arma fatal” (2007) y “Bienvenidos al fin del mundo” (2013), se mueve por la pantalla con una gran gracia. Construye un personaje con el que es fácil sentir simpatía y recita las líneas con mucho humor. Sus escenas mejoran cuando empezamos a escuchar a su perro Dennis con la inimitable voz de Williams, quien consigue que su personaje sea el más carismático de la función.

John Cleese, Terry Jones, Eric Idle y Michael Palin son los cuatro Monty Python vivos hasta la fecha (Graham Chapman murió al año 1989 a causa de un cáncer). Como hemos comentado, se reúnen en esta película por primera vez en décadas. El cuarteto cómico se encarga de dar voz a los seres alienígenas que le dan el poder a Neil. Escuchando el lenguaje utilizado y los diálogos, es probable que los actores se lo pasaran en grande poniendo voz a los personajes, porque sus líneas son tan locas y absurdas como se puede esperar de ellos.

Imagen de Absolutamente todo
Imagen de Absolutamente todo

Una comedia muy blanca

A pesar de todo, “Absolutamente todo” funciona como una comedia simpática con una premisa interesante que da para buenos momentos cómicos. Da que pensar que la excelente premisa podría haber dado más de si y que incluso se podría haber tirado por otros derroteros menos convencionales como es el clásico interés romántico. Con todo, es un buen entretenimiento simpático, y ya.