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El círculo (James Ponsoldt, 2017)

05/05/2017
El círculo imagen destacada

La lucha por la privacidad

Sam Seaborn lo avanzó hace casi dos décadas en la genial serie «El ala oeste de la Casa Blanca» (1999-2006). La privacidad pasaría a ser uno de los temas sociales más importantes de nuestro presente. De un modo u otro, se trata de un tema candente en la sociedad actual donde parece obligatorio tener que estar conectado siempre a través de cualquier red social; sin reparar en las consecuencias morales y humanas de su uso en según que caso. Este es el punto de partida que tomó el escritor Dave Eggers cuando escribió “El círculo”, una novela, adaptada al cine ahora por James Ponsoldt. La premisa gira alrededor de una gran corporación cuya razón de ser es ofrecer un servicio de red social, que viene a ser una mezcla de FacebookTwitterInstagram, y demás redes sociales.

La historia arranca con la presentación de Mae Holland (Emma Watson). Es una chica joven atrapada en las cuatro paredes que forman su vida laboral y personal. Al menos hasta recibir la llamada una amiga, Annie Allerton (Karen Gillan), para una entrevista de trabajo en El círculo. Esto se convierte en una chispa de esperanza en su monótona vida. Una vez allí, Annie presentará a Mae las maravillas del lugar; mientras que Kalden (John Boyega), un nuevo compañero de trabajo, le enseña cómo no es oro todo lo que reluce.

Emma Watson en El círculo
Emma Watson en El círculo

Las redes sociales en El círculo

La ciencia ficción siempre ha servido como un vehículo narrativo para hablar de los males sociales del mundo. Habitualmente se ha adaptado al momento histórico en el que se crea la obra. Ahora, “El círculo” sigue esos mismos pasos. Trata ese tema tan importante como es el peligro de las redes sociales y las nuevas tecnologías en el campo de algo tan vital como la privacidad personal. «Black Mirror» (2011-) es una serie cuyas premisas giran alrededor de esa misma idea. Se trata de una antología de capítulos autoconclusivos, que seguramente habrá explotado ese tema del mejor modo hasta ahora.

Volviendo a “El círculo”, resulta muy potente el modo en cómo se razona los beneficios del eslogan “Saber es bueno, pero saberlo todo es… Mejor”. Se alega a ideas como la seguridad, las responsabilidades sociales, poder dar mayores facilidades a la sociedad o tener un mejor control del estado físico de las personas, entre otras ideas. Se vende como algo bueno y se percibe como algo terrorífico. La morbosidad de la cuestión alcanza una nueva cota cuando se habla de “aquellos” que rehúyen del Círculo como personas perturbadas para quienes se crearan sesiones especiales de adaptación social.

Emma Watson y Karen Gillan
Emma Watson y Karen Gillan

Buena idea, pobre ejecución

Todo ello respaldado por la propia Mae, con quien se supone que tenemos que crear un vínculo de afecto. A medida que gana fama dentro de El círculo, irá perdiendo poco a poco los lazos afectuosos con sus padres, (Bill Paxton y Glenne Headly), su amigo de la infancia Mercer (Ellar Coltrane) y de la misma Annie. Al mismo tiempo, se ganará el favor de las dos figuras que controlan el cotarro: Eamon Bailey (Tom Hanks) y Tom Stenton (Patton Oswalt).

La premisa es potente e interesante. Sin embargo, el guion, que viene firmado por Ponsoldt y Eggers, se queda en la superficie de los temas planteados. No se atreve a ir más allá en ninguna situación. En su condición de techno-thriller termina quedando como un producto falto de gancho e interés. Se pierde por el camino la sensación de que todo aquello desembocará a algo. Además, las pocas veces que la película se atreve a explorar el lado negativo de algo como El círculo, lo hace en modos forzados que provocan una cierta incredulidad ante lo que sucede.

Tom Hanks en El círculo
Tom Hanks en El círculo

Virtudes y defectos de El círculo

Ni tan solo destaca el potente reparto. Siempre es un placer ver en pantalla a Tom Hanks. Incluso cuando deja mostrar su lado más oscuro sigue siendo complicado no sentir complicidad hacia él. Sin embargo, los personajes son muy pobres, y otros rostros carismáticos como los de Boyega o Gillan se quedan en la nada. Emma Watson ofrece una interpretación sincera que da credibilidad a una mente intranquila, en busca de explicar conceptos complejos con palabras simples. De nuevo, a pesar de tener un buen trasfondo, el personaje se queda como una figura plana a pesar de todo lo que vive durante la película.

No se entiende muy bien cómo un director tan prometedor como Ponsoldt, que sin ir más lejos sorprendió el año pasado con “El último tour”; ha podido plasmar de un modo tan superfluo un contenido tan potente. “El círculo” es una película con un tono sombrío logrado. Pero brilla más por las ideas planteadas que por la ejecución de estas. Es una película que entretiene, no aburre a pesar de algunas situaciones que, de extremas, resultan poco creíbles. Una pena.