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El renacido (Alejandro G. Iñárritu, 2016)

03/02/2016
El renacido imagen destacada

«El renacido» es, ante todo, la película que muy probablemente le valga a DiCaprio su primer Oscar como “Mejor Actor Principal” pues, aunque el personaje no brilla por sus diálogos, deslumbra por ser una de las interpretaciones más intensas, viscerales y extremas que se le recuerden al actor.

Leyendas del viejo oeste

La historia, basada en la leyenda de Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), te transporta al salvaje Oeste (1823) y empieza con el ataque de los Arikara a la expedición de tramperos liderados por Capitán Henry (Domhnall Gleeson), que acaba con la mayoría de americanos y obliga a los pocos supervivientes a abandonar las pieles con las que esperaban comerciar y huir. Una secuencia frenética e impactante en la que Alejandro González Iñárritu se vale de una gran habilidad técnica para poner la cámara en el centro mismo de la acción, invadiendo la intimidad de los personajes hasta el extremo de hacerte sentir incómodo con algunos planos. Todo ello para experimentar la crudeza de la emboscada, el miedo y el sufrimiento de los personajes de una forma muy intensa.

Leonardo DiCaprio en El renacido
Leonardo DiCaprio en El renacido

Un inicio muy potente que sirve de preámbulo para entender el viaje, en pos de la supervivencia y la lucha contra los elementos, de un individuo que tiene la mala fortuna de sufrir el ataque de un oso y ser abandonado por su grupo. Un ataque que quedará en la retina de muchos pues, en unos pocos minutos interminables y desgarradores, llegas a sentir el suplicio de Glass en tus propias carnes, hasta el punto de desear su muerte para que acabe el ensañamiento del animal… Pero tras la tempestad no llega la calma, si no que empieza una lucha agónica para no sucumbir a las heridas y aferrarse a la vida.

La dirección de Iñárritu

En «El renacido» el director alterna, de una forma brillante, los primeros planos con unos paisajes espectaculares que dan fe de la inmensidad de la hazaña, de las condiciones extremas de un territorio completamente salvaje, y de los peligros que acompañan a DiCaprio en su particular via crucis. Una travesía para la que Glass se aferra a tres pilares que lo sustentan y demoran su rendición: el amor hacia su familia, una fuerza de voluntad de hierro y, sobretodo, la sed de venganza. Un odio omnipresente que lo empuja a recorrer más de 300 Km para reencontrarse con un villano tosco, frío y solitario que, a pesar de todo, no es más que una víctima de su propia condición.

Tom Hardy en El renacido
Tom Hardy en El renacido

Tom Hardy (John Fitzgerald) asume el rol de “malo” con naturalidad. Es un personaje que manifiesta sin reparo sus sentimientos hacia los salvajes. Deja claras sus prioridades y se vanagloria de su egoísta capacidad de sobreponerse a las situaciones más adversas. Un papel que guarda cierto parecido con el de Glass. Sin embargo, tiene una moralidad totalmente opuesta que le hace ganarse la antipatía de muchos de sus “colegas”. Entre ellos, la del joven Bridger (Will Poulter) quién comparte una parte del viaje hacia el fuerte con Fitzgerald, o del mismo Capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson), incapaz imponer su autoridad y controlar las intenciones del trampero. Siendo Hawk (Forrest Goodluck), el hijo de Glass, quién se lleva la peor parte en un papel muy discreto.

El renacido

A nivel visual «El renacido» es espectacular. Los paisajes son una delicia para la vista. Te descubren una parte del salvaje Oeste que hasta ahora no se había mostrado en la gran pantalla. La elección de las localizaciones utilizadas entre Canadá y Argentina pusieron a prueba la resistencia de todo el equipo de rodaje. Pero son simplemente sensacionales y comparten protagonismo con los propios actores. No sería de extrañar que su director de fotografía Emmanuel Lubekzi también se llevara el galardón a la “Mejor Fotografía”.

Imagen de El renacido
El renacido, de Alejandro G. Iñárritu

«El renacido» es una gran película. Fundamentalmente por el trabajo de Leonardo DiCaprio, quién lleva el peso de la historia, porque se deja en segundo plano otras virtudes del filme. Pero también impresiona por la labor del director. Pone todo su empeño en trasladarnos a un lugar peligroso y desconocido para hacernos sentir las penurias de sus protagonistas. Así, prescinde de un guión más rico para centrarse en el contexto y la interpretación. Aunque ello podría ser motivo de críticas, es innegable la contundencia de una narración que no te deja indiferente. Transmite a la perfección el dolor, el sufrimiento y la agonía, y ahonda en la fuerza del miedo, el rencor y el odio. Conceptos todos ellos muy “oscuros” para una leyenda de supervivencia, superación y venganza. En definitiva, muchos alicientes, alguna flaqueza, y el morbo de la interpretación de DiCaprio. Suficiente para ir a verla, ¿no crees?