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El viaje de Arlo (Peter Sohn, 2015)

24/11/2015
El viaje de Arlo imagen destacada

Una historia agridulce

Un sabor agridulce es lo que queda tras ver «El viaje de Arlo«.  Pixar regresa a la gran pantalla por segunda vez este año tras “Del Revés” (dos películas en un año es algo inédito hasta la fecha), con una aventura sobre el crecimiento, la superación personal y la dureza de la vida. Una historia simple, emotiva y escandalosamente bella a nivel visual. Sin embargo, no entusiasma a pesar de poner todo su empeño en conmover y ganarse un hueco en tu corazón. Y es que después del gran éxito de “Inside Out”, y de un tráiler que enamoraba gracias a sus preciosas imágenes y una canción, “Crystals”  (del grupo Of Monsters And Men y su álbum “Beneath the Skin”), las expectativas era muy altas y era de esperar una nueva maravilla de Pixar. Pero no es así.

Imagen de El viaje de Arlo
Imagen de El viaje de Arlo

Lo primero que se evidencia es una sorprendente falta de originalidad en el guión que inevitablemente recuerda a otras grandes historias de Disney · Pixar como pueden ser «El Rey León«, «Buscando a Nemo» o «Wall-E«, entre otras. Lo cual no es extraño si pensamos qué su director (Peter Sohn) participó de algún modo en las dos últimas.

En segundo lugar, el tono dramático que impera durante todo el filme es devastador y logra acabar con la esperanza de ver un desenlace, como mínimo, optimista. Aunque ya se sabe que los proyectos de Disney • Pixar, en mayor o menor medida, pocas veces se escapan del factor lacrimógeno, «El Viaje de Arlo» no es una excepción. Sorprende, pues, como se alimenta claramente de los infortunios de su protagonista, sin perjuicio de la presencia de secuencias divertidas y entrañables que ayudan a mantener el tipo hasta el final.

Los paisajes de El viaje de Arlo
Los paisajes de El viaje de Arlo

Las incoherencias de El viaje de Arlo

Y finalmente la ¿incoherencia? entre la presentación del filme y el desarrollo del mismo, pues la pregunta con la que nos han bombardeado durante los últimos meses era: ¿Qué hubiera pasado si el asteroide que cambió para siempre la vida en la Tierra hubiera esquivado el planeta y los dinosaurios gigantes no se hubieran extinguido nunca?

Lejos de dar respuesta a ese misterio y contarnos una versión de lo que podría haber sucedido, pasa de puntillas y se centra en el periplo emocional de su protagonista. Se trata de un Apatosaurus de 11 años llamado Arlo que conoce a Spot. Este es un niño humano salvaje que adopta a modo de animal de compañía, y con el que emprenderá un peligroso viaje y entablará una curiosa amistad.

Por otro lado, los personajes carecen de verdadero peso en la trama, a excepción de la propia familia de Arlo. Se limitan a recorrer una parte de la travesía con el pequeño Apatosaurus aportando, sin querer, su granito de arena en la misión casi imposible de ayudarlo a superar sus miedos. Aunque si llama la atención, ligeramente por encima de los raptores, pterodáctilos o del extravagante Styracosaurus (El Coleccionista de Mascotas), la familia ranchera de T-Rex que se dedica a arrear a su ganado al más puro estilo americano a lo largo de las llanuras de la Tierra. Realmente curioso.

Imagen de El viaje de Arlo
Imagen de El viaje de Arlo

En resumen

¿Lo mejor? Sin ninguna duda, el mundo desarrollado por sus creadores, con unos paisajes espectaculares, secuencias extremadamente realistas y una representación de la fuerza de la naturaleza que se convierte en la principal protagonista, el enemigo nº 1 de Arlo y el mayor exponente de una historia perfectamente acompañada por la fantástica música compuesta por Jeff y Mychael Danna que le va como anillo al dedo. Por eso, y por tener la oportunidad de disfrutar del cortometraje previo “Sanjay’s Super Team“, vale la pena ver la película.