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Poltergeist (Gil Kenan, 2015)

30/05/2015
Poltergeist imagen destacada

El remake de un clásico de los 80

Se trata de un remake del “Poltergeist” dirigido por Tobe Hooper el año 1982. En esta revisión, el director Gil Kenan actualiza la historia para poder hacer lucir ideas parecidas y otras de nuevas con distintos grados de efectividad. La historia mezcla además ideas del género del terror con otras de drama familiar con toques de humor. Esto origina una mezcla de momentos tensos generados por la terrorífica situación a la que se enfrenta la familia con otros más ligeros para compensarlo. Unas veces se da a partir de las rarezas de algunos personajes, y otras por escenas que el guión simplemente trata con tono de comedia.

La familia Bowen se mude a una nueva casa residencial. Una vez allí, el hijo pequeño Griffin (Kyle Catlett) observará que en su nuevo hogar pasan cosas muy raras. Kenan no pierde el tiempo y arranca la trama sobrenatural a los pocos minutos de empezar la película. Algo trágico sucede que conmocionará a toda la familia y otros personajes que les ayudarán en su misión. Lo cierto es que en general los momentos de angustia funcionan bien. Hacen uso de situaciones típicas del género como payasos terroríficos, sonido off y golpes de efecto. Aunque también de situaciones tensas provocadas por la estupidez de los propios personajes.

Kyle Catlett en Poltergeist
Poltergeist, de Gil Kenan

El equipo de Poltergeist

Así, cabe destacar la función del director para crear dichos momentos, aunque tiende a repetir mecanismos en diferentes escenas y su puesta en escena es bastante simple. El guión abusa de repetición de situaciones. Además, peca de falta de originalidad y apenas hay sensación de causalidad. No ayuda mucho que se paseen por pantalla más personajes de los que la historia necesita. Aun así se preocupa por darles entidad con simples pero efectivas pinceladas, e incluso da un arco narrativo a algunos de ellos.

Los actores están todos correctos, destacando Sam Rockwell (Eric Bowen) en figura paterna bonachona y Jared Harris como Carrigan Burke. Se trata de un médium un tanto raro que mezcla su cacería sobrenatural con su trabajo en un reality show sobre casas encantadas, que será objeto de varias bromas durante todo el metraje. Ambos niños protagonistas, Kyle Catlett y Kennedi Clements (Madison Bowen), son el centro dramático de la película y cumplen perfectamente su propósito dentro de la historia. Los demás actores dan lo mejor de si para unos papeles carentes de relevancia.

Terror familiar en Poltergeist

Con “Poltergeist” nos encontramos con un película que se podría considerar de terror familiar. A pesar de los momentos tenebrosos e imágenes espeluznantes, la película tiene un tono que la convierte en una película de terror enfocada más para niños que para adultos. Más allá de los múltiples gags, ayuda el hecho de tener como protagonista a un niño cuyo objetivo durante la historia es enfrentarse a sus propios miedos para poder ayudar a terminar con el mal que plaga la casa. No deja de ser una película de terror más entre muchas en el panorama cinematográfico actual. Incluso recuerda en algunos aspectos a producciónes recientes como «Insidious» (James Wan, 2010), o la posterior «It» (Andy Muschietti, 2017).

Imagen de Poltergeist
Poltergeist, de Gil Kenan

Bajo la sombra de un gigante

En resumen, «Poltergeist» no hace nada realmente mal, pero tampoco hace nada destacable. Tampoco trae nada nuevo a un género tan saturado como es el del terror. No aburre, el drama se entiende y los momentos sobrenaturales provocan la reacción deseada. Quizás su mayor problema serán las inevitables comparaciones con el original de Tobe Hooper. Sin más, simplemente correcta.