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No es mi tipo (Lucas Belvaux, 2014)

17/01/2016
No es mi tipo imagen destacada

Una historia de amor atípica

No hay nada más explotado en el cine que la típica historia de chica conoce a chica. El amor mueve montañas (de dinero), como muy bien sabe la industria discográfica, y son muchas las películas que se producen anualmente sobre este tema. Lo que no abunda tanto son historias que le den un giro al concepto y hagan algo memorable, ya sea con ideas como un encuentro fortuito, “Antes del amanecer” (Richard Linklater, 1995), o amigos pasados a parejas, “Cuando Harry encontró a Sally” (Rob Reiner, 1985), por decir dos casos. En «No es mi tipo» Lucas Belvaux ofrece una historia de amor poco probable.

El director junta a dos personas tan distintas como un sofisticado profesor de filosofía, Clément Le Guern (Loïc Corbery), y una pedestre peluquera llamada Jennifer (Émilie Dequenne). Para él, el flechazo realmente es más cerebral que romántico. Para ella es todo lo contrario, y la evolución de la relación sigue todos los pasos uno se puede imaginar de una película de este tipo. La historia empieza cuando Clément va a vivir a un pequeño pueblo francés por motivos de trabajo. Una vez llega conoce a Jennifer e inician la mencionada relación sentimental en la que él la introduce al mundo de la filosofía prestándole novelas como «El idiota» (Fiódor Dostoyevski, 1869), seguramente con un negativo doble sentido, mientras ella le enseña los beneficios del karaoke y las discotecas.

Loïc Corbery en No es mi tipo
Loïc Corbery en No es mi tipo

Desarrollando una relación

Estamos tan acostumbrados a ver el típico esquema de este tipo de películas que podemos adivinar como transcurrirán algunas cosas: ellos se conocen, viven la primavera de toda relación, tienen una discusión que los separan, se reconcilian a través de una conversación en la que se excusan por su comportamiento, vuelven a estar igual de enamorados que antes… Pero se da un giro tras este acontecimiento que trastoca todo lo que podemos esperar de ella. Se hace hincapié en la idea de que los polos opuestos se atraen mostrándonos las dispares personalidades y aficiones tan distintas entre ellos. Sin embargo, aunque al principio hace gracia ver tal diversidad, finalmente todo queda de un modo un tanto simplista que perjudica el desarrollo de la narración.

Aunque es cierto que resulta interesante ver como cada uno va acostumbrándose a las aficiones y diferencias del otro, la película se estanca en escenas que a veces no parecen llegar a ningún lado. Además, tiene unos diálogos poco acertados en los que cada uno explora su modo de pensar o de ser. Hay una sensación como si la película no supiera porque derroteros tirar para romper el esquematismo comentado, y se decanta por prolongar situaciones de un modo innecesario hasta llegar a un desenlace final que te deja con una cierta sensación de desazón, aunque levante más de una pregunta.

Émilie Dequenne en No es mi tipo
Émilie Dequenne en No es mi tipo

Los actores

Sea como sea, tanto Corbery como Dequenne suplen las carencias de sus personajes con sus aportaciones como actores. Jennifer se autodefine como una chica con encanto, y ello provoca que varios de sus clientes se sientan atraídos por ella. A parte, ha provocado que en su vida haya tenido más aventuras cortas que relaciones sentimentales duraderas. En este aspecto Dequenne transmite esto y más, sobretodo a medida que va conociendo mejor a Clément. Brilla especialmente en los momentos de karaoke en los que a manos de otra actriz quizás no hubieran funcionado tan bien. Corbery, por su parte, aunque hace creíble a su personaje, parece funcionar a dos modos: la persona de ojos ansiosos por probar cosas nuevas, casi de inocencia infantil, y otra diferente consciente de sus problemas emocionales.

Interesante película romántica

Con todo, «No es mi tipo» ofrece ideas interesantes y alguna escena realmente lograda, pero en general le falta más fuerza a la historia y la premisa que te vende. No le hubiera ido mal una reescritura de los diálogos, porque hay algunos que no terminan de convencer a pesar de definir a los personajes. En resumen, curiosa aportación al cine romántico, si realmente se la puede definir como tal.