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Indiana Jones y el templo maldito (Steven Spielberg, 1984)

22/04/2015

Indiana Jones y el templo maldito es una película de aventuras pulp basada en una idea de George Lucas en la que nos encontramos un Indiana Jones sumergido en una trama tenebrosa. Tras presentarnos en su prologo al trio protagonista; Willie Scott (Kate Capshaw) y Tapón (Ke Huy Quan) a parte del arqueólogo, la acción conduce la historia a un remoto pueblo interior de la India. Al ver a Indiana, sus residentes lo veneraran como un héroe enviado por Dios para salvarlos del mal que les aciaga. Los niños están siendo secuestrados y le tocará a él resolver el caso y de paso recuperar una piedra mística.

Steven Spielberg y cía

Indiana Jones y el templo maldito
Indiana Jones (Harrison Ford)

Steven Spielberg dirige como un autentico monstruo. Planifica las escenas de acción dando una vertiginosidad y dinamismo que las convierten en momentos memorables. Tiene buena mano también para la comedia, aunque en algunos casos no sea del todo efectiva, y cabe mencionar que para ello se ayuda de los actores.

Michael Kahn, montador habitual en Spielberg, sabe dónde cortar y porque, y consigue crear un ritmo adecuado para el momento. Igual que el director, luce su talento en las escenas de acción dando un tempo perfecto para que haya drama, se entienda lo que suceda, y podamos ubicar a los personajes dentro del contexto.

Se combinan los paisajes exóticos con construcciones de decorados para recrear el “templo maldito” del título; y aunque huele a plató por todos lados resulta atractivo tanto por el aspecto mágico de la construcción como por acentuar el carácter pulp de la producción.

Tiene mérito en este aspecto el diseño de producción de Elliot Scott y la dirección de arte de Roger Cain. John Williams, habitual también de Spielberg; compone una frenética composición que sigue el ritmo del director y juega con sonidos con un tono primitivo. Recupera el tema principal presentado en “En busca del arca perdida” (Steven Spielberg, 1980) para las escenas de acción y crea aquí otras igual de excelentes como “Parade of the Slave Children”.

Indiana Jones y el templo maldito
Tapón (Ke Huy Quan)

El guión de Indiana Jones y el templo maldito

Por desgracia el guión adolece de un cierto desequilibrio. Encadena distintas escenas de acción en un no parar constante que crea un barullo que hace más daño que bien. Hay exceso de clímax, pero son solo dos escenas las que resaltan tras todo el follón. A parte, hay un intento de crear romanticismo entre Indiana y Willie a partir de unos diálogos más bien típicos de comedias screwball donde se acentuaba la guerra de sexos. Puede que no resulte del todo satisfactorio, pero por suerte son apenas unas contadas escenas.

Los secundarios

Los personajes secundarios carecen de personalidad. Parafraseando a la misma Capshaw, su personaje no deja de ser una “histérica rubia tonta” que poco hace para ayudar a los personajes a salir de sus apuros. Empieza como una diva y no termina, no igual, pero tampoco muy diferente. Amrish Puri como Mola Ram; el malo de la función, tampoco es que sea para tirar cohetes. Resulta memorable por ciertos momentos, pero su personaje “más grande que la vida” no tiene ningún tipo de personalidad. Simplemente es un sacerdote que preside unas espeluznantes misas satánicas.

Mejor parado sale el pequeño Tapón como el improbable compañero de aventuras de Indiana. Resulta un personaje simpático, a veces cargante, que tiene a su mentor en un pedestal, y así intentará parecerse a él. Harrison Ford simplemente es Indiana Jones, y como tal es el gran gancho de esta película. Es posible que aquí peque de un cierto aire de machismo, pero es que su personaje es eminentemente masculino. A pesar de ello sabe encajar y dar chistes, en un personaje serio pero con sentido del humor. Ante el peligro no duda en pedir ayuda, y cuando la situación le sobrepone protesta como cualquier otro ser humano. Su ingenio le salva de las situaciones, pero por suerte hay un esfuerzo por recordarnos que es humano y no puede con todo.

Indiana Jones y el templo maldito
Fotograma de Indiana Jones y el templo maldito

Conclusión de Indiana Jones y el templo maldito

En definitiva, a “Indiana Jones y el templo maldito” no le hubiera ido mal una reescritura del guión para dar al conjunto global un mejor empaque, porque es lo único que falla en una producción por todo lo demás muy acertada. Es una película muy entretenida, con personalidad, muy bien realizada y con un Harrison Ford en el momento álgido de su carrera que llena la pantalla con su inmensurable carisma. Muy recomendable.