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En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981)

17/04/2015

El nacimiento de un mito

En busca del arca perdida es un clásico indiscutible del cine y una de las películas que creó el concepto de blockbuster veraniego tal como lo conocemos hoy. Con ésta película, Steven Spielberg quiso crear una aventura para toda la familia; centrándose en el entretenimiento puro y duro a partir de ideas que beben de seriales de aventuras pulp de los años 30.

De este modo, encontraremos una historia en la que no faltan factores exóticos como civilizaciones perdidas; objetos místicos; villanos Nazis muy malos; y un héroe aparentemente invencible que combina su trabajo de profesor de universidad con su alter ego aventurero.

La película empieza con una ya mítica secuencia en la que se presenta el protagonista; el antagonista y marca un tono muy concreto que se explotará durante el resto del metraje. Tras éste prólogo se nos mostrará la otra cara del protagonista como profesor y el desencadenante que le llevará a sumergirse en la búsqueda de la Arca de la Alianza.

En busca del arca perdida
Indiana Jones (Harrison Ford)

Diseño y montaje de En busca del arca perdida

La película es en toda ella un derroche de talento en todos y cada uno de sus aspectos. Está documentado que ésta fue en su día la primera película en la que el director no tenía muy claro cómo encarar la realización y, salvo escenas puntuales, decidió dejarse llevar por el momento y plantar la cámara donde creyese oportuno.

Así, resulta chocante el cierto aire de dejadez visual de algunas secuencias; comparadas con otras impecablemente planificadas como las brillantes escenas de acción en las que el director te hace participe del momento y se preocupa para que sepas en todo momento lo que sucede. Douglas Slocombe crea una exuberante fotografía que aprovecha los ambientes naturales de las localizaciones para incrementar la sensación de exotismo necesaria para este tipo de producciones.

Todo el diseño de producción a manos de Norman Reynolds y la dirección de arte de Les Dilley son perfectas y hacen muy creíbles la ambientación de los años 30; aunque es cierto también que se apoyaron en lo que las localizaciones reales daban por ellas mismas. El montaje de Michael Kahn mantiene un gran ritmo durante toda la película y dota de energía unas escenas de acción que, como ya he comentado, te mantiene informado en todo momento de lo que acontece.

En busca del arca perdida
Indiana Jones y Marion (Karen Allen)

Los efectos especiales

Los efectos especiales de Richard Edlund resultan todavía a día de hoy espectaculares, en unas escenas calificadas en su día para todos los públicos pero que hoy hubieran sido censuradas o catalogadas para mayores de 18 años. John Williams compone una partitura emblemática. Tiene un aire misterioso; místico; dinámico; reflejando el tono buscado en la película, y cuando la historia toma derroteros más movidos la música la acompaña perfectamente. El tema principal, “The Raider’s March”, es ya todo un clásico del cine.

El guión de En busca del arca perdida

El montaje de Michael Kahn mantiene un gran ritmo durante toda la película y dota de energía unas escenas de acción que, como ya he comentado, te mantiene informado en todo momento de lo que acontece. Los efectos especiales de Richard Edlund resultan todavía a día de hoy espectaculares, en unas escenas calificadas en su día para todos los públicos pero que hoy hubieran sido censuradas o catalogadas para mayores de 18 años. John Williams compone una partitura emblemática. Tiene un aire misterioso, místico, dinámico; reflejando el tono buscado en la película, y cuando la historia toma derroteros más movidos la música la acompaña perfectamente. El tema principal, “The Raider’s March”, es ya todo un clásico del cine.

Todo lo comentado hasta ahora sería simplemente adorno si no se viera apoyado por el gran guión de Lawrence Kasdan. Aunque la idea original nació de las mentes de George Lucas y Phillip Kaufman, Kasdan escribe una historia que despliega confrontaciones con nazis; asesinos árabes o serpientes asesinas que Indiana sortea con una envidiable inteligencia.

El guión encadena diferentes escenas de acción que pone en juego la capacidad del guionista para desarrollar la cadena de obstáculos con las que se encuentra Jones durante la película, y el despliegue de la mente de Kasdan para formular barreras y resoluciones a partir de un protagonista activo, libre de deus ex machina, es algo digno de todo tipo de halagos. Por otra parte, contiene situaciones poco probables y no es carente de escenas o diálogos que solo son creíbles en el mismo contexto de la película. No es que sea un problema real, pero ahí está la cosa.

El personaje: Indiana Jones

En busca del arca perdida
Fotograma de En busca del arca perdida

Indiana Jones es un personaje unidimensional: no tiene drama personal, como es propio de las fuentes en las que se basa la película. Sin embargo, Harrison Ford se apropia del personaje de un modo que va más allá de sus habilidades como actor o del desarrollo (nulo en este caso) del personaje. Es una de esas caracterizaciones, como Clint Eastwood en “Por un puñado de dólares” (Sergio Leone, 1964); en la que el actor simplemente es el personaje y resulta complicado visualizarlo con otro rostro.

Jones es un personaje masculino; inconsecuente; aparentemente invencible; ingenioso (utiliza igual de bien su cerebro que sus puños o látigo), con una moralidad a veces ambigua, casi siempre benévola; y no esconde su miedo hacia las serpientes o a ciertas situaciones, además de reconocer cuando su cuerpo no da para más. La búsqueda de objetos perdidos es su defecto, pero no es una búsqueda conducida por la lujuria, si no por su curiosidad intelectual y para poder enseñarlo al mundo.Es un personaje simple pero trabajado, y esos matices mencionados lo separan de la larga lista de imitadores que le seguirían en el futuro y de los personajes que le preceden.

Los secundarios

Igual de encomiables son los secundarios, empezando por Karen Allen como Marion Ravenwood, el interés romántico; un personaje femenino aguerrido, fuerte, siempre con una respuesta mordaz en su boca. Aunque cae en el rol de chica en apuros, nunca deja de lado su personalidad y no teme enfrenarse a sus captores. Igual de carismáticos son el resto del reparto: Jonathan Rhys-Davies (Sallah) como el contacto de Jones en Egipto, Denholm Elliot (Marcus Brody) como su colega y mentor en la universidad, Paul Freeman (René Belloq) como un reflejo de lo que Indiana podría ser si se dejará llevar por su lujuria o Ronald Lacey (Arnold Toht) en un estereotipo de Nazi malévolo que rayaría lo auto paródico si no fuera por el tono desenfadado de la producción.

Conclusión de En busca del arca perdida

Indiana Jones

Con “En busca del arca perdida”, Steven Spielberg crea una película de aventuras simplemente perfecta. Se la puede criticar por eso, por decirlo de algún modo, de ser hija de una etapa del cine y un modo de hacer muy propio de su época, con unas actuaciones y diálogos que ahora podrían parecer fuera de lugar. Sin embargo, a parte de ser minucias, todo ello entra dentro del juego al que Spielberg te invita a participar. Te atrapa desde el inicio y el suspense se mantiene hasta el final. En su día la encumbraron como la mejor del género, y seguramente sigue siéndolo.