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Asesinato en el Orient Express (Sidney Lumet, 1974)

29/04/2015
Asesinato en el Orient Express imagen destacada

Un cadáver, 13 sospechosos y un asesino

«Asesinato en el Orient Express» es un whodunit clásico y tradicional. Todos los esfuerzos narrativos por parte del protagonista van encarados a poder desenredar el entramado creado en la novela original de Agatha Christie: se producirá un asesinato en el tren Orient Express, y Hercule Poirot (Albert Finney) deberá averiguar quien es responsable. Un cadáver. 13 sospechosos. Un asesino. La premisa es simple pero efectiva, y la historia se va creando a medida que Poirot interroga a los pasajeros del tren. La pura verdad es que no hay más que eso. Pero tampoco engaña ni busca en ningún momento alguna otra cosa: es una película en la que un carismático detective tiene que resolver un asesinato.

El escrito original esta impregnado de engaños, misterios y giros formulados a partir de largos diálogos que el guionista Paul Dehn adapta de un modo muy meritorio. No fuerza su mano en un intento de crear trampas engañosas o intrigas forzadas para confundir al espectador. Todos los detalles se presentan a medida que avanza el metraje para que los espectadores más avispados puedan juntar todas las piezas de este intrincado puzzle. Sin embargo, la resolución es tan única y original que hace poco probable poder resolverlo.

Albert Finney es Hercule Poirot
Albert Finney es Hercule Poirot

Adaptando un clásico de la literatura

En esta adaptación el director Sidney Lumet se enfrenta con algunos problemas: la naturaleza literaria del proyecto. Se trata de un material cargado de diálogos, con muy poca acción, y en un espacio centrado en los estrechos habitáculos de un tren. Así, aunque el director no se olvida del exotismo del lugar y época en que acontece la historia, y que suman en el universo glamuroso y singular surgido de la mente de Christie, centra la cámara en los actores y juega de un modo dramático con las peculiaridades que ofrecen las distintas ópticas de cámara para provocar distintas sensaciones.

Los actores dan rienda suelta a sus habilidades dramáticas para hacer creíbles a sus personajes y puedan recitar sus líneas del modo más natural posible. Es mejor estar preparados para discursos largos en los que Poirot irá interrogando a cada uno de los sospechosos para poder dar con el asesino. Sin embargo, largos no significa aburridos, y Lumet da a la película un gran ritmo a través de la dirección de los actores.

Imagen de Asesinato en el Orient Express
Imagen de Asesinato en el Orient Express

Un gran Hercule Poirot

Todos ellos inmejorables, empezando por supuesto por Albert Finney como Hercule Poirot. Que porqué se escogió a un actor inglés para interpretar a un personaje francés es una cuestión que es mejor dejar de lado por el simple hecho de que es un placer ver a Finney interpretar al detective. Da una fuerza necesaria a su personaje. Su mirada inquisitiva deja ver su mente inquieta que piensa a toda velocidad para atar todos los cabos a medida que avanza la narración. Es un personaje excéntrico, único, inteligente y enérgico, pero siempre bajo control de sus instintos. Su fuego se aviva ante el misterioso caso que le toca resolver en esta película. Hace que sus largos diálogos no pesen como lo podrían haber hecho en las manos de otro actor.

Hay también un deje exagerado y caricaturesco en su caracterización, pero eso es algo que se ve en todos los personajes y seguramente sea algo inherente a este tipo de historias. Se apodera de los planos y roba carisma y presencia a otros actores con más reputación como Sean ConneryAnthony PerkinsLauren Bacall o Ingrid Bergman. El plantel de secundarios realmente es de lujo y ayudan a dar entidad al extenso elenco que serán señalados como sospechosos del crimen. Cada uno de ellos se presentan con simples brochazos de personalidad que tendrán su razón de ser a medida que avance el metraje, y ciertos detalles personales los harán memorables.

Asesinato en el Orient Express, de Sidney Lumet
Asesinato en el Orient Express, de Sidney Lumet

Un whodunit inolvidable

Cabe mencionar el trabajo visual compuesto por el director de fotografía Geoffrey Unsworth. Se enfrenta al problema de retratar a los actores del mejor modo posible con las limitaciones espaciales de los sets. Da una falsa sensación de naturalidad en los espacios dando más importancia a los fondos que a los actores. Se aprovechan de los rebotes que producen las paredes creando así un aspecto onírico y majestuoso apropiado por la elegancia del mundo retratado en la historia.

En resumen, “Asesinato en el Orient Express” es una película intrincada y fascinante, triunfante en sus intenciones gracias, por encima de todo, al texto original, y en segundo lugar, a Sidney Lumet por saber trasladar con ganas y energía un libro excesivamente literario. Es una película llena de elegancia, intriga y drama, y no le faltan toques de humor otorgados por el personaje de Poirot. Es, en suma, un gran whodunit al que poco más se le puede pedir.