Violencia sin concesiones
Me atrevería a decir que no son pocos los que terminaron con muy mal cuerpo tras presenciar los últimos veinte minutos de la muy recomendable “Bone Tomahawk” (S. Craig Zahler, 2015). Se trataba de un western de atmósfera terrorífica realizada con el tempo esperado del género y con unas dinámicas Hawksianas que remitían a las películas del mismo, cuyo desenlace chocaba con lo visto anteriormente por su contundencia y salvajidad, completamente esperada por otra parte dada la premisa de la película.
Ahora, «Brawl in Cell Block 99«, Zahler vuelve a la dirección cambiando de género, pues nos mete de lleno en un duro thriller carcelario sin concesiones donde el cambio de registro se amolda perfectamente al buen hacer del director, tanto por tono como por la dirección de la estrella principal: Vince Vaughn, quien parece estar aquí mejor que nunca. Vaughn interpreta a un exboxeador reconvertido a camello un tanto violento, cuya vida vivirá un auténtico descenso en los infiernos cuando se vea metido en una operación de contrabando ida a mal que lo obligará a meterse en una de las peores prisiones americanas.
Descenso al infierno
El cambio de registro no es ningún impedimento para que Zahler refina la misma realización sobria y buena mano para con los personajes y diálogos vista en su anterior film. El director sabe perfectamente lo que se hace. Sabe cuáles son sus puntos fuertes como creativo y los explota para sacar lo mejor de si mismo y de la gente que lo rodea. No se trata de una película de trama densa, ni mucho menos. La historia es simple, pero lo que importa es el tratamiento de los personajes, su dirección y el ritmo pausado, acompasado aquí por los propios pasos de Vaughn. Con ello el director consigue cocinar una atmósfera de contención cuyos momentos explosivos funcionan como un reloj suizo precisamente porque se ven a venir, se esperan, y como tales se manifiestan en modos totalmente salvajes y violentos.
Dicho de otro modo, la película ofrece superlativamente todo aquello que nos promete.
Marcando estilo propio
Además, cabe precisar como Zahler decide realizar estas escenas de acción: en planos generales largos, sostenidos, manteniéndose fiel a su propio estilo, en lugar de recurrir a los cortes rápidos habituales del cine de acción moderno. Esta decisión resulta importante para aumentar el impacto de la violencia y para hacernos sentir en nuestras carnes los golpes de las víctimas (o cualquier cosa) que se cruzan por el camino de Bradley.
Curiosamente, se trata de una película no muy original en cuanto a contenido, pero muy especial por su tratamiento. Sus intenciones mainstream se ven traicionadas por ese tratamiento tan seco y austero, casi a juego del propio protagonista. Ya hemos comentado el buen papel del actor, pero es que realmente se tiene que ver para entenderlo.
Ya en la segunda temporada de “True Detective” demostró que sabía algo más que ser comparsa cómico. Ahora Zahler no solamente sabe sacar partida de sus aptitudes interpretativas, sino que además se aprovecha de su inmensa presencia física, y es que al fin y al cabo estamos hablando de una persona que mide casi dos metros (¡!).
No es por menospreciar el resto del reparto -entre ellos Jennifer Carpenter, Don Johnson o el siempre efectivo Udo Kier-, pues todos cumplen perfectamente su cometido, pero si mientras “Bone Tomahawk” tenía un reparto coral con múltiples personajes principales, “Brawl in Cell Block 99” se trata de una película que parece pensada para el lucimiento personal de Vaughn.
Mientras que en otros casos esto puede ser motivo de atragantamiento, en este caso ello funciona tan perfectamente que se justifica automáticamente por la buena mano de los implicados.
Una estrella a seguir
“Brawl in Cell Block 99” es pura serie B de lujo. Un auténtico regalo para los amantes de este tipo de cine que demuestra, con tan solo dos películas en su haber, y una tercera por estrenar (“Dragged Across Concrete”), que S. Craig Zahler se trata de uno de los realizadores americanos más interesantes del momento. Además de confirmar a Vaughn como un intérprete mucho más capaz de lo que había podido demostrar hasta hace poco. Solo esperemos que ambos talentos sigan ofreciendo tales trabajos en el futuro. Por ahora podemos esperar la mencionada “Dragged Across Concrete”, donde director y actor se reunirán de nuevo, a quienes se les une Mel Gibson. Sin duda, el coctel no puede ser más prometedor.
