Por todos es conocida la tira cómica que Charles M. Schulz presentaba al mundo en los años 50. Tanto si has seguido su evolución en el tiempo como si no, es difícil no sentir cierta nostalgia cuando ves un dibujo de Carlitos y Snoopy. Y ese sentimiento te acompaña inevitablemente a lo largo de «Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts«, una película divertida, entrañable y que rinde un fantástico homenaje al trabajo de su creador.
Carlitos y Snoopy
Como no puede ser de otro modo, Carlitos sigue siendo el eterno perdedor que, pese a toparse una y otra vez con la misma piedra y acumular fracasos, no desfallece y sigue intentando alcanzar alguna de sus metas para destacar entre sus amigos. Y Snoopy, la mascota indómita, nos sorprende con una nueva fantasía ambientada en la I Guerra Mundial, llena de romance y emoción, en la que se convierte en un intrépido piloto de combate.
Las historias de ambos se entrecruzan a lo largo de la película, manteniendo un evidente paralelismo, pues cuando Snoopy se pone delante de su máquina de escribir y entra en su mundo de fantasía, se nutre de las vivencias de Carlitos para dar rienda suelta a su imaginación, siendo la entrada en escena de la “Niña de Pelo Rojo”, la nueva vecina del barrio y compañera de clase, el centro del relato.
Un relato bien acompañado por las intervenciones de los personajes del mundo de Charlie Brown, entre los que tenemos la suerte de ver a Pecas Patty, al buenazo de Linus, el reflexivo Marcie, la malhumorada Lucy, o la enamoradiza Sally, en todo su esplendor. Todos fieles a su peculiar personalidad, consiguiendo una vez más que nos identifiquemos en algún que otro momento con ellos. Y lo que es de agradecer, siempre de un modo distendido, sin ningún dramatismo, y manteniendo el tono humorístico tan característico de las historias de Carlitos y Snoopy.
Del cómic a la gran pantalla
Y es que del mismo modo que Schulz nos hacía sonreír con sus viñetas, el director, Steve Martino, consigue trasladar la magia de la tira cómica a la gran pantalla, y convertir situaciones cotidianas como hacer volar una cometa, anotar un gol en un partido de hockey, participar en el baile de la escuela o acercarse para hablar con la nueva compañera de clase, en actos prácticamente heroicos, ensalzando la figura de Carlitos que, a pesar de todo, sigue siempre adelante y no se rinde.
La película está diseñada en una animación en 3D muy particular, pues los artistas de Blue Sky consiguen recrear matices de los dibujos tradicionales, dándole una capa de antigüedad a las imágenes que le dan un aspecto que enamora. Y gracias a los temas compuestos por Vince Guaraldi, quién ya participara en los especiales de televisión, consigue introducirte por completo en un mundo que hasta ahora desconocíamos.
Una película para no perdérsela
«Carlitos y Snoopy. La Película de Peanuts» es apta para todos los públicos. Es apta para divertirse, apta para emocionarte, y apta para entender que la vida está llena de obstáculos pero que hay levantarse y perseverar para conseguir lo que se quiere. Y, en eso, nuestro Carlitos es el mejor ejemplo. Un ejemplo tanto para niños como para los mayores. Por todo ello, probablemente ésta sea “La historia más grande jamás contada” de Charlie Brown y, como no sabemos si será la última, mejor no perdérsela.
