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Dragon Ball Super: Superhero (Tetsurô Kodama, 2022) | Crítica

18/09/2022
Dragon Ball Super: Superhero imagen destacada

De superguerreros a superhéroes

Ni tan solo oriente se libra de la moda de los superhéroes. “Dragon Ball Super: Superhero” es el título de la nueva película basada en el famoso manga creado por Akira Toriyama. Con la dirección de Tetsuro Kodama, la película no solamente supone el salto -relativo- de la franquicia al género de moda ahora mismo, sino también supone el primer proyecto en dejar de lado la animación tradicional para lanzarse de cabeza a una animación hecha enteramente por ordenador… Si bien el estilo visual sigue siendo el de siempre.

Siendo justos, la idea de superhéroes ya existía en la serie original de Toriyama. Ahí estaba por ejemplo el propio Son Gohan, quien, ya adolescente, esconde su identidad de Superguerrero detrás de un disfraz para hacer el bien cuando no va al instituto. Sin embargo, no deja de ser curioso que se haya decidido abrazar el zeitgeist actual para esta nueva aventura. Sea como sea, será una idea que condicionará las decisiones que tomarán algunos de los personajes de la historia.

La película se desarrolla después de lo visto en “Dragon Ball Super: Broly” (Tatsuya Nagamine, 2018). Son Goku y Vegeta siguen entrenando bajo la tutela de Whiss, acompañados ahora por Broly. Es en este contexto que, en la Tierra, el otrora peligroso Ejercito de la Cinta Roja trama un plan para vengarse de aquellos que acabaron con el Dr Gero y los demás androides vistos en la serie original. El plan empezará con un ataque directo a Piccolo Jr y el secuestro de Pan, la hija pequeña de Son Gohan y Videl. Ambos guerreros volverán a unir fuerzas para combatir un nuevo mal.

Fotograma de Pan
Fotograma de Pan

Regreso al pasado

Si “Dragon Ball Z: La batalla de los dioses” (Masahiro Hosoda, 2013) podía pasar por un simple pero simpático reencuentro de todos esos personajes, las siguientes películas se han dedicado a reciclar personajes clásicos que, o bien habían muerto (Freezer), o no formaban parte del canon estricto de este universo (Broly). Todo ello aderezado por un tono claramente ligero, familiar y alejado de las amenazas cataclísmicas propias del manga original.

Dragon Ball Super: Superhero” sigue esa misma línea… Para bien o para mal. Así, se nos presenta al Dr Hedo como el ingenuo nieto adolescente del Dr Gero; y a sus dos creaciones: los androides/superhéroes Gamma 1 y Gamma 2. Por otra parte, Magenta es el entrañable nuevo líder del ejército, con la ayuda de su mayordomo Carmine. Si al recuperar al Ejército de la Cinta Roja se remonta a la etapa de cuando Son Goku es un niño, se recupera también el sano sentido del humor de ella, y también los personajes pintorescos que se puede disfrutar en esa etapa más cómica, aventurera… Y también claramente menos popular que Dragon Ball Z. Es posible que dichos puntos cómicos sean los mejores ingredientes de la propuesta.

Por otra parte, la película guarda otro punto en común con los títulos estrenados más recientemente: una duración excesiva. Ni la historia ni el drama principal justifican los cien minutos de metraje para lo que no debería de ser más que un reencuentro familiar y un espectáculo de acción pura. No debería de haber ninguna vergüenza en realizar largometrajes por debajo de los setenta minutos. A veces, ir al grano puede ser toda una virtud.

Los nuevos antagonistas de Dragon Ball Super: Superhero
Los nuevos antagonistas de Dragon Ball Super: Superhero

El poder de los secundarios

La historia viene firmada por Akira Toriyama pero, llegados a este punto, ¿es esto algo realmente relevante? Si en algo se nota su mano es seguramente en el mencionado sentido del humor. Todo lo demás no deja de ser una excusa para reciclar viejos conceptos y poder hacer brillar a algunos secundarios que habitualmente están en el margen. Así, se da un mayor foco a Son Gohan y Piccolo. Se hilvanan escenas dispares y hay enredo de situaciones para dar algo que hacer a los personajes. Pero todo da sensación de irrelevancia.

A pesar del bienvenido cambio de protagonismo, da sensación de desaprovechar sus cartas. “Dragon Ball Z: La resurrección de F” (Tadayoshi Yamamuro, 2015) dejó lucir varios personajes secundarios en escenas más agradecidas, a pesar de que el protagonismo principal recaía en Goku y Vegeta. En general, el poso fue más satisfactorio en ella que en “Dragon Ball Super: Superhero”.

Tema a parte es el uso de animación hecha por ordenador. Aunque al principio luce horrenda, va ganando puntos conforme avanza la narración, y finalmente luce espectacular en las escenas más dinámicas. Es ahí donde seguramente se justifica el uso de dicha tecnología. Quizás en futuras producciones se podría plantear una mezcla entre ambos estilos, aprovechando los puntos fuertes de cada uno.

Imagen de Son Gohan
Imagen de Son Gohan

Una aventura más

Durante la década de los 90 y los primeros años de los 2000 hubo varias películas que aprovecharon la popularidad del anime. Aunque muchas de ellas presentaban nuevos conflictos y villanos, no dejaban de tener historias y situaciones recicladas del manga original. Por eso tampoco cabe desmerecer del todo la línea seguida durante esta última tanda de películas, a pesar de ser algo frustrante. Al fin y al cabo, lo que se ha visto estos últimos años no ha sido tan diferente a lo que se podía estar acostumbrado.

En resumen, “Dragon Ball Super: Superhero” no deja de ser una aventura más dentro de la franquicia. No ofende y entretiene lo suficiente. Toca todos los puntos que se puede esperar de ella. Considerando el público al que va dirigida la propuesta, quizás tampoco es necesario pedir más.