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Fuerza bruta: Castigo (Heo Myeong Haeng, 2024) | Crítica

26/10/2024
Fuerza bruta: Castigo imagen destacada

Franquicias orientales

Si algo funciona, no lo toques. Esta máxima parece prevalecer en toda franquicia exitosa en taquilla. Si bien algunas de las más conocidas son las sagas hollywoodenses de Misión: Imposible o Fast & Furious, cuyas varias secuelas no son más que derivaciones de una única entrega; desde Corea del Sur llega una de tropos parecidos conocida por los nombres de “The Roundup” o “Crime City”. Una franquicia respaldada por la carismática presencia del actor Ma Dong-seok (o Don Lee en tierras occidentales), quien se convierte en toda la razón de ser de las películas. Como lo son Tom Cruise o Vin Diesel en sus respectivas series. Con esto, llega ahora la cuarta entrega de la saga surcoreana, titulada “The Roundup: Punishment”, o “Fuerza bruta: Castigo” como se conoce en España.

Este nuevo caso llevará al detective Ma Seok-do (Ma Dong-seok) a investigar una organización de apuestas ilegales online conectada con el mundo de las drogas. Para ello encontrará nuevas y viejas alianzas para poner fin a las actividades de la organización criminal. Por el camino, encontrará varios contrincantes contra los que utilizar, como ya es habitual, sus brutales puños.

Park Ji-hwan y Ma Dong-seok en Fuerza bruta: Castigo
Park Ji-hwan y Ma Dong-seok en Fuerza bruta: Castigo

La comedia, por encima de todo

Cada entrega de la franquicia comparte una característica en común: las películas están basadas en casos reales investigados en Corea del Sur. Con dicha excusa, se desarrolla una investigación liderada siempre por la estrella de la función, Ma Dong-seok. La diferencia entre ellas viene por tener una primera entrega, “Ciudad sin ley” (Kang Yun-sung, 2017), enmarcada en los tropos del thriller surcoreano más sobrios y violentos; y unas secuelas más orientadas a la comedia y a la acción. Si el tono ligero con el que arranca la primera entrega se oscurece a medida que avanza el metraje, en las secuelas parece haber el proceso inverso. Por otro lado, si bien en “Ciudad sin ley” había un esfuerzo coral entre todos los policías, en las demás iteraciones todo parece ser un vehículo de lucimiento para el protagonista.

Dicho todo esto, se puede vislumbrar un esfuerzo por desarrollar algo diferente en cada entrega. Se puede discernir una diferencia entre el tipo de crimen a erradicar entre secuela y secuela, y también un ligero cambio de tono. En “Fuerza bruta: Castigo” hay una apuesta hacia el melodrama, al convertir el caso en cuestión en uno más personal para el detective Seok-do. Además, se aprovecha la delincuencia virtual para bufonizar ligeramente al protagonista, quien se muestra completamente ignorante de todo lo relacionado con lo online.

Sin embargo, todo ello no son más que minucias. A pesar del fondo oscuro de la premisa (como en todas las entregas de la franquicia), hay un predominio del slapstick, la comedia y la acción. Todo lo demás queda relegado a segundo término, para lo que no deja de ser un blockbuster tan funcional como, nuevamente, efectivo.

Fotograma de Kim Mu-yeol
Fotograma de Kim Mu-yeol

Los artífices de Fuerza bruta: Castigo

En esta ocasión Heo Myeong Haeng coge el testigo de la dirección de Lee Sang-yong, responsable de “Fuerza bruta” (2022) y “Fuerza bruta: Sin salida” (2023). Así, Myeong Haeng, especialista en escenas de acción, se adentra ahora en el terreno de la dirección. En colaboración con el guionista Oh Sang Ho (quien también aterriza en la franquicia con esta película), se encargan de desarrollar todos los lugares comunes que se pueden esperar de esta saga. Como suele suceder en estos casos, llegados a una cuarta entrega uno ya puede esperar de antemano lo que se encontrará. En este aspecto, “Fuerza bruta: Castigo” ni sorprende ni defrauda.

Como también sucede en este tipo de franquicias, existe un grupo de secundarios recurrentes en las secuelas. Más allá de los demás compañeros de trabajo de Seok-do, en esta cuarta entrega seguramente destacan los intérpretes Park Ji-hwan y Kim Mu-yeol por ser los contrapuntos del detective protagonista. El primero como comparsa cómico y compañero de fatigas (eterna figura del cine policiaco de comedia), y el otro en el papel del sádico criminal a detener. Este será el rival final a batir… Aunque lo más sorprendente serán las réplicas de Dong-seok que el inevitable desenlace de dicha confrontación.

«Gran parte del encanto de ‘Fuerza bruta: Castigo’ viene del carisma de su protagonista principal. Como en las películas del viejo Hollywood, cuando un nombre podía ser incentivo suficiente para atraer a los espectadores al cine, en esta serie se espera ver a Ma Dong-seok peleando como solo él sabe. ¿El motivo por el que lo hace? Casi es lo de menos»

Sea como sea, las escenas de acción son tan contundentes como siempre. Se apoyan tanto por el portentoso físico de Dong-seok como por su timing para la comedia. Lo más destacable seguramente es como la cámara se las apaña para destacar tanto los brutales puñetazos del detective como su rostro mayoritariamente de indiferencia. Como ya suele ser habitual en la franquicia, las escenas de acción hacen gala de un buen hacer general, quizás más reservado durante el resto del metraje. Siendo el tipo de película que es, quizás tampoco es necesario pedirle mucho más.

Fotograma de Ma Dong-seok
Ma Dong-seok es el detective Ma Seok-do

La presencia de Ma Dong-seok

Gran parte del encanto de “Fuerza bruta: Castigo” viene del carisma de su protagonista principal. Como en las películas del viejo Hollywood, cuando un nombre podía ser incentivo suficiente para atraer a los espectadores al cine, en esta serie se espera ver a Ma Dong-seok peleando como solo él sabe. ¿El motivo por el que lo hace? Casi es lo de menos.

Con todo, esta cuarta entrega padece de algo parecido a otras sagas parecidas: signos de cansancio. La razón de ser de toda la propuesta es hacer pasar un buen rato al espectador. Sin embargo, los responsables de las películas quizás deberían empezar a plantearse si no deberían recuperar algo de la seriedad de su primera entrega. Aunque la serie de Fuerza bruta esté enfocada a la comedia, un poco de sensación de amenaza hacia los personajes podría ser un buen giro, y no tendría que perderse necesariamente el sentido general de entretenimiento.

Dicho esto, “Fuerza bruta: Castigo” ha sido un éxito en la taquilla surcoreana, y cumple su cometido de sobras. Por tanto, es poco probable ver un cambio en la fórmula. Al menos por ahora, pues hay en desarrollo cuatro entregas más. Desde aquí, no nos quejaremos de ello.