El cazador cazado de No respires
En «No respires«, Rocky (Jane Levy), Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto) son un grupo de amigos que entrarán en la casa de un hombre ciego (Stephen Lang) para robarle, sin saber que en realidad se meterán en la boca del lobo.
Cuando el trío de amigos protagonista decide entrar en la casa del hombre ciego, seguros de estar a punto de cometer el «crimen perfecto». Poco se imaginan que en realidad estarán a punto de entrar en el mismo infierno. Lo que no esperaban era que el hombre no puede ver pero tiene todos sus otros sentidos perfectamente afinados. De este modo lo que en un principio empieza como un robo fácil termina siendo una auténtica lucha por su supervivencia. No tardaran en darse cuenta del error cometido al entrar en la casa.
Un ejercicio de suspense terrorífico
La película se puede ver como un cruce entre el cine de terror con monstruo imparable y los thrillers de robo en casa al estilo de «La habitación del pánico» (David Fincher, 2002). Sin embargo, se invierten los papeles y pronto se convierte en una la historia del cazador cazado. Aquí el agresor final es el propietario del hogar, y los presuntos cazadores terminan siendo los cazados.
Fede Álvarez se encarga de dirigir «No respires«, y además escribe el guión junto a Rodo Sayagues. Es un equipo creativo muy consciente del material que tienen entre manos. Por eso deciden ir directamente al grano sin perder en tiempo en subtramas que poco aporten. Así pues, una vez nos presentan a los personajes y sus motivos para hacer lo que hacen; la película se convierte en una auténtica montaña rusa llena de giros y tensión, que mantendrán a los espectadores pegados en sus butacas.
El monstruo de No respires
Una vez los personajes se dan cuenta de donde se han metido, la película ya no para de dar sorpresas hasta llegar al final. Aunque se busque un juego de engaños al espectador, resulta cuestionable los niveles a los que se llega. Se toma el riesgo de perdida de credibilidad, hecho que se extiende al mismo final. Consecuentemente, se pierde dramatismo e interés, perjudicando el producto final a pesar de la buena mano del director.
Gran parte del buen funcionamiento del drama de «No respires» se debe al gran acierto de coger a Stephen Lang en el papel del hombre ciego. Más que un personaje, se trata de un monstruo más parecido a Jason Vorhees o Michael Myers. Se trata de un personaje casi omnisciente, al que nada se le escapa a pesar de no poder ver. Los demás actores están bien en sus papeles, sobretodo Jane Levy en el papel principal. El papel le pide que haga uso de todos sus recursos para mostrar terror, tensión y asco, según el momento, y la actriz sale bien parada en todo momento.
Un buen thriller claustrofóbico
En definitiva, «No Respires» es un thriller lleno de suspense que cumple su promesa de ofrecer una buena dosis de tensión y agobio. Ello lo consigue primero gracias a la monstruosa presencia física de Stephen Lang, y también a la buena mano de su director Fede Alvarez. Sin embargo, por otra parte tiene un metraje un poco estirado que termina perjudicando el conjunto general. Con todo, es un buen entretenimiento, perfecto para pasar un mal rato en el mejor sentido de la palabra.
