Resumen de las películas vistas durante este Festival de Sitges 2022.
Ciudad sin ley (Kang Yoon-sung, 2017)
“Ciudad sin ley” parte de una premisa basada en hechos reales: dos bandos criminales en una ciudad. En medio, un vecindario que cae víctima de las maquinaciones de ambos bandos. Mientras tanto, el cuerpo de policía hace lo que puede para poner fin a la situación…
Thriller de acción bastante contundente. De nuevo, tal como es habitual en la filmografía surcoreana. En este caso parte de un ritmo muy acertado, una historia que da la suficiente intensidad a los hechos reales y un reparto muy acertado. Imposible no destacar la presencia de Ma Dong-seok, pero también la de Kang Yoon-sung en el papel del villano principal. Terminarán embarcados en una persecución del gato y ratón de lo más entretenida.
En resumen, otra muestra del buen hacer general surcoreano para los thrillers. Y una primera entrega superior a «Furia policial», presentada este mismo año en Sitges.
The Harbinger (Andy Mitton, 2022)
“The Harbinger” gira alrededor de los miedos y las paranoias producidas durante el confinamiento vivido durante la pandemia del Covid. Andy Mitton resuelve muy efectivamente esta película de terror que sigue la historia de dos mujeres, confinadas en un piso.
El miedo al olvido, las desconfianzas entre conocidos, los negacionistas… Todos se podrán sentir identificados con los miedos de los personajes.
Una de las propuestas terroríficas más redondas de esta edición del festival. Recomendable.
Yaya e Lennie – The Walking Liberty (Alessandro Rak, 2021)
“Yaya e Lennie – The Walking Liberty” ofrece una aventura animada a través de una Tierra post apocalíptica enterrada bajo una enorme jungla. Es película coral con dos protagonistas presentados con simples pero efectivos brochazos. A lo largo del metraje se van tocando varios temas: la libertad personal, la amistad, el contacto con la naturaleza…
Es una propuesta un tanto peculiar, porque tiene un acabado demasiado infantil como para atraer a un público más adulto, pero por otra parte tiene unas temáticas demasiado complicadas para el público infantil al que se supone va dirigida la propuesta. Aunque hay lucha del bien contra el mal, los personajes tienen matices, cada uno tiene motivaciones claras y con las que podemos sentirnos identificados.
Además, en su condición de historia post apocalíptica, resulta refrescante ver que la naturaleza y la vida vegetal / animal se ha apoderado de la Tierra, en lugar de presentar un páramo desolado. Es como la otra cara de la moneda, y, como tal, resulta igual de efectiva.
Por otra parte, la animación, brillante, tiene un estilo propio. Parece un cómic animado. Se busca el colorido visual, para resaltar la belleza de la naturaleza que ha cubierto toda la Tierra. También para acentuar el carácter más caricaturesco de algunos personajes, como es habitual en la animación. ¡No os la perdáis!
Inu-oh (Masaaki Yuasa, 2022)
Masaaki Yuasa vuelve a la dirección con «Inu-oh«. En ella, un par de artistas precursores del rock pondrán el Japón feudal patas arriba con unas canciones tan enérgicas como llenas de alma al estar basadas en la vida de distintos monjes.
Con una animación increíble, que pasa de lo abstracto a lo frenético, la película va ganando ritmo a medida que el estilo musical pasa de lo costumbrista -para la época- a lo revolucionario de los tonos más modernos.
Todo ello lleno de toques fantásticos e incluso de terror. Se aprovecha para recordar la importancia de honrar la memoria de los que ya no están, y puede ser también un aviso sobre los peligros de conseguir un deseo, sin reparar en los medios para hacerlo realidad.
Es una propuesta muy única, hija de la visión de un realizador muy concreto. Debido a ello, probablemente no será para todos los paladares.
The Origin (Andrew Cumming, 2022)
Hace 45.000 años, una criatura asedia sin piedad a una tribu desamparada. Sin saber que hacer, las supersticiones llevarán a una caza de brujas entre ellos.
«The Origin» sorprende sobretodo por su desarrollo. Uno que seguramente dividirá por optar narrar una historia más anclada en la actualidad que vivimos ahora que en la época cuando transcurre. ¿Pero acaso el comentario social no ha estado casi siempre presente en el cine de terror? El ser humano es el peor monstruo que existe… Sin ser ni malo ni bueno, es una decisión que condiciona todo lo que vemos en pantalla.
Más allá de la narrativa, la película gana en atmósfera gracias a su contexto y elementos de monster movie… Su aspecto visual es seguramente lo mejor de «The Origin». Si no su única virtud real.
The Stranger (Thomas M. Wright, 2022)
Lo más sorprendente de «The Stranger» es ver los extremos que la policía llegó a utilizar para resolver el caso real de la desaparición de un niño en Australia.
Thomas M. Wright dirige esta película de tono sórdido y desesperanzado. Se puede considerar como un procedimental con toques de terror psicológico… Quizás por el estado mental de sus personajes.
Sean Harris y Joel Edgerton comparten protagonismo, siendo de lo mejor de la propuesta. Interpretaciones intensas y dramáticas, tal como pide la película. Afortunadamente, no se reniega del todo a algún punto de humor, por muy negro que sea.
En resumen, buen cine de suspense con un buen desarrollo y momentos realmente inquietantes.
Furia policial (Lee Sang-yong, 2022)
Los aficionados a los thrillers coreanos sabrán que Ma Dong-seok (o Don Lee, como se prefiera) es una de las figuras más imponentes y carismáticas del cine de acción actual, independientemente de su nacionalidad. En esta ocasión podemos verle en “The Roundup”, una suerte de secuela de “The Outlaws”, cuyos únicos lazos en común son sus personajes. Es una secuela llena de acción, comedia y frenesí; con una historia simple que se limita a ser una persecución de principio a final. Como tal, entretiene. Tiene un pase.
Sin embargo, hay una sensación de decepción general por abrazar tonos y recursos occidentales que generalmente reniegan de las características de este tipo de producciones surcoreanas: trabajo en la intriga, personajes más o menos definidos, fisicidad y sentido de la urgencia.
En “The Roundup” hay poco de eso. Se abraza una acción excesiva propia de los superhéroes, los personajes secundarios son todos comparsas cómicos, se lanzan chascarrillos cada dos por tres, hay sensación de irrelevancia y el personaje de Dong-seok aquí está tan pasado de vueltas que cuesta preocuparse de lo que sucede durante la historia.
En la parte más formal cumple, pero con miedo a destacar. No vaya a tapar a su estrella principal.
En resumen, un pasatiempo correcto y funcional.
Project Wolf Hunting (Kim Hong-sun, 2022)
Salvaje y violenta, “Project Wolf Hunting” es un blockbuster de pura adrenalina donde el equipo de producción no tuvo reparo en gastar litros y litros de sangre. La historia es muy simple: un enorme buque debe transportar unos peligrosos criminales de Manila a Busan. Custodiados por un grupo de policías, los presos no tardarán en amotinarse… Pero su victoría no durará mucho cuando aparezca algo que los superará a todos.
Kim Hong-sun dirige toda la propuesta con las ideas bien claras: el propósito de la película es entretener, y vaya si lo consigue. Estamos ante una película cafre, macarra, que se va desarrollando sin tapujos, llevando sus ideas a las últimas consecuencias. Mezcla un tipo de terror que remite a los videojuegos de “Resident Evil” con acción propia del cine oriental. En cierto modo recuerda a “Tren a Busan”, aunque ésta fuera más elegante en la exposición de lo visceral.
Recomendable, si se tiene el estómago suficiente para aguantar toda la violencia que contienen las imágenes.
Emily (Frances O’Connor, 2022)
«Emily» ficciona como la escritora Emily Brontë concibió su famosa novela «Cumbres borrascosas».
Con Frances O’Connor detrás de la cámara, es una propuesta sorprendentemente atmosférica, con una buena recreación histórica, buenas localizaciones y un reparto agradecido. En resumen, todo el apartado visual es de lo más acertado. Cuenta además con unas contadas dosis de terror y sorprenden algunas decisiones de guión.
Por contra, cuenta con una realización demasiado televisiva y el relato se viene abajo cuando el discurso toma notas de algunos discursos populares actuales.
Con todo, el resultado final resulta satisfactorio.
Sherpherd (Russell Owen, 2021)
Terror psicológico en «Shepherd», de Russell Owen. Un hombre atormentado acepta un empleo en un recóndito faro. Lo sobrenatural le asaltará una vez se instale allí.
A lo largo del metraje lo onírico se mezcla con lo real, la espesa niebla convierte un páramo en un laberinto escalofriante, y la casa donde se instala es de todo salvo acogedora. A la película no le faltan recursos para crear un título interesante, pero de algún modo todo se queda a medio gas.
La historia no termina de enganchar, peca de reiteración, y la estructura capitular parece un arreglo hecho en postproducción.
Tampoco vive carente de virtudes: la película contiene imágenes logradas, gracias a un trabajo de fotografía agradecido. Además, toda la parte final es tan contundente como se puede esperar, aunque no venga de una base que potencie su impacto. Una pena.
Break of Dawn (Tomoyuki Kurokawa, 2022)
Nada nuevo bajo el Sol en «Break of Dawn». Un grupo de amigos preadolescentes se ven metidos en una historia de ciencia ficción durante sus vacaciones de verano. Con ecos de «Et: El extraterrestre» y el cine de Amblin, la historia se desarrolla como un espectador más veterano podrá esperar desde el principio, sin pocas sorpresas.
Y quizás aquí está la cuestión: se trata de una propuesta apropiada para un público muy juvenil, quienes seguramente se sentirán atraídos por los conflictos personales que viven los personajes, y quizás también se maravillarán con algunas imágenes que buscan asombrar.
Por lo demás, la animación es simple pero efectiva y el tono es el adecuado para la propuesta. Recomendable para fanáticos de este tipo de cine, y para los niños.
Trío heroico (Johnnie To, 1993)
Johnnie To mezcla los recursos de los wuxia con una iconografía muy anime en “Trío heróico”, una película que, de excesiva en lo bizarro, cuesta clasificar de un modo concreto.
Es posible que lo mejor y lo peor de ella sea lo consciente que es de sí misma, y la capacidad del director para llevarlo al extremo. Como suele suceder en estos casos, causará cierto rechazo, aunque como mínimo uno podrá reírse con sus extravagancias e ingenio en los recursos.
Mucha acción, mucha comicidad, sorprendentes dosis de sadismo -algunos detalles impensables en una producción más moderna-, y también mucho disfraz y coreografías completamente imposibles.
Una película para disfrutar en compañía, y perfecta para una audiencia tan animada como la que acude cada año a Sitges.
La Montagne (Thomas Salvador, 2022)
Un ingeniero francés decide adentrarse solo en los Alpes, dejando de lado todas sus responsabilidades, en “La Montagne”. Thomas Salvador dirige y protagoniza esta película que difícilmente dejará indiferente, para bien o para mal.
Toda la propuesta es pura contemplación, a medida que el personaje va adentrándose en lo más profundo de la montaña en busca de sí mismo. La historia puede recordar a “Hacia rutas salvajes” (Sean Penn, 2007), pero aderezada por un sentimiento más melancólico que trágico, y un tono general más positivo. Además de tener algunos puntos fantásticos que causan pura extrañeza.
Al final, la historia se acerca más a la ciencia ficción que a la fantasía que abraza: nuestra supervivencia no vendrá tanto por las tecnologías, si no por una reconexión con la naturaleza, con nosotros mismos y con la calidez humana.
Ego (Hanna Bergholm, 2022)
El cine de terror tiene una larga tradición en representar al ser humano como el monstruo real a temer. En el caso de «Ego«, los monstruos son tan físicos como metafóricos.
Hanna Bergholm realiza esta monster movie anclada en la mejor serie B que ha ofrecido el cine: predilección hacia el uso de efectos prácticos, más atmósfera siniestra que terror, mucha viscosidad, una duración medidísima y caracterizaciones algo caricaturescas.
En cierto modo se puede considerar una versión retorcida de «Red» (Domee Shi, 2022). Sea como sea, se trata de un título que funciona bien en lo que se propone y probablemente encontrará su sitio destacado en el cine de terror contemporáneo.
Leonor Will Never Die (Martika Ramirez Escobar, 2022)
«Leonor Will Never Die» es como una carta de amor hacia muchas cosas. Hacia el cine, visto como espectador y como realizador; hacia el cine de acción de serie B; o, por encima de todo ello, hacia aquellos que nos dejaron pero siguen muy presentes dentro de nosotros.
Martika Ramirez Escobar realiza este título de tono extraño y variopinto, a modo de comedia agridulce, donde todos los elementos que la forman caen en su sitio justo para que todo funcione como debería.
Sorprendente, hilarante, melancólica… Pese al fondo trágico, una película, como se suele decir cada año en Sitges, festivalera. Pero de esas que además se quedan contigo.
Princesse Dragon (Jean-Jacques Denis & Anthony Roux, 2021)
A medio camino entre el cine de Ghibli y el Disney más clásico, «Princesa dragón» es una fábula tierna y dulce enmarcada en un reino donde habitan reyes, princesas, brujas y dragones.
La historia es simple pero efectiva en la presentación de su mundo, y en sus discursos sobre la bondad, el anticapitalismo y el feminismo. Un tipo de valores propios de propuestas como ésta dirigida a un público más infantil.
A destacar la sobresaliente animación, agradecida por un estilo que parece sacado directamente de una novela ilustrada.
En resumen, una película familiar que los adultos también podrán disfrutar.
A Man of Reason (Jeong Woo-seong, 2022)
Estamos tan mal acostumbrados al buen hacer general de los thrillers coreanos, que una propuesta tan elegante como «A Man of Reason» le cuesta destacar de entre otros títulos parecidos.
Jeong Woo-seong da el salto a la dirección y además protagoniza este thriller de venganza entretenido, pero falto de garra.
Es una pena porque el arranque es de aplaudir y Woo-sung demuestra buena mano detrás de la cámara. Y también buena presencia delante de ella.
Lo mejor que podemos decir es que, pese a todo, esperamos que vuelva dirigir otro proyecto.
Los cinco diablos (Léa Mysius, 2022)
El rechazo social visto bajo dos ámbitos distintos es el principal hilo conductor de «Los cinco diablos». Uno será en forma de bullying y el otro en forma de amor prohibido.
Léa Mysius dirige la propuesta, con todo el foco puesto en el comentario social, y con tan solo unas pequeñas dosis de fantástico que, quizás, sólo cobran sentido en su escena final.
Adèle Exarchopoulos da un recital interpretativo, siendo lo mejor de la película. Por lo demás, buen hacer general y una historia que nunca sabes por donde te quiere llevar. Desconcertante y con un punto inquietante.
Recomendable.
Deadstream (Joseph Winter & Vanessa Winter, 2022)
Con «Deadstream» el subgénero de los foundfootage entra en el terreno de la parodia, igual que ha sucedido con la licantropía o los zombis.
La premisa gira alrededor de un streamer en horas bajas, que decide pasar una noche en una casa encantada en busca de recuperar su audiencia perdida.
Joseph H. Winter dirige y protagoniza la propuesta. Siendo prácticamente el único actor en pantalla, es admirable cómo consigue aguantar el peso gracias a su personalidad y sentido del humor tan nerd.
La historia tiene situaciones realmente graciosas, pero hay demasiada sensación de repetición pese a su corta duración, y Winter no termina de imprimir toda la mala uva que se podría generar de su discurso.
Con todo, termina siendo una película simpática. Sin más.
Cerdita (Carlota Pereda, 2022)
«Cerdita» tiene muchas bazas a su favor: un apartado visual trabajado, una premisa interesante, unas localizaciones acertadas y un reparto de lo más redondo. Sin embargo, padece de tener un arranque mucho más potente que su desarrollo, quizás debido a la naturaleza del proyecto: una película basada en un cortometraje. Así, su segundo acto se siente algo estirado, perjudicando el ritmo general de la propuesta
Sea como sea, lo que destaca por encima de todo es la buena dirección general de Carlota Pereda: acierta en lo visual, en el tono, y en saber mezclar bien lo grotesco, con lo cómico, lo dramático y lo terrorífico.
Además, marca junto a «La pasajera» (Raúl Cerezo & Fernando González Gómez, 2021) un cierto tipo de cine español centrado en el terror rural más chabacano.
Hunt (Lee Jung-jae, 2022)
Lee Jung-jae firma y protagoniza «Hunt«, un thriller de espionaje con los conflictos políticos y sociales coreanos de los 80 como telón de fondo.
Jung-jae imprime el nervio y el suspense necesarios para mantener el interés a lo largo de su metraje, gracias a un guión atinado, unos personajes bien definidos e interpretados, y un desarrollo lleno de giros más o menos previsibles. Por contra, le falta mejor mano en su puesta en escena y control de los tiempos.
Las cosas son como son: el cine surcoreano lleva unos cuantos años produciendo thrillers generalmente notables, y este no es excepción. Dominan el género. «Hunt» no busca reinventar la rueda, pero se disfruta enormemente.