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Capitán América: El soldado de invierno (Joe & Anthony Russo, 2014)

03/02/2015
Capitán América: El soldado de invierno imagen destacada

De superhéroe a espía

«Capitán América: El soldado de invierno» tiene un buen inicio que marca el tono de acción y seriedad del resto de la historia. Steve Rogers (Chris Evans) es el arquetipo de “pez fuera del agua” en proceso de adaptación en una sociedad en la que no pertenece. Por encima de esto se ve metido en una trama de conspiración en el centro de SHIELD, organización en la que trabaja.

Bajo esta premisa meten al Capitán América en un thriller de espionaje que los directores hacen funcionar gracias a la naturaleza terrenal del propio protagonista. Así, la película tiene una primera mitad en la que abundan los giros y engaños típicos del género, además de discursos sobre la seguridad y la libertad, y una segunda centrada en la relación entre el héroe y el villano, y en la que ya se da rienda suelta a la acción, culminando en un final a tres bandas con un exceso de escenas catastrofistas llenas de explosiones.

Los hermanos Russo dirigen la película con suficiente pulso como para que la acción no decaiga, y la trama de conspiraciones corre paralela a la aparición del enigmático Soldado del Invierno, enemigo con los mismos poderes que Rogers pero sin sus valores morales. Siendo su igual, dará lugar a potentes escenas de acción entre ambos. Es aquí donde la película luce mejor: las escenas de acción están bien rodadas y coreografiadas, dejando claro lo que pasa en cada momento.

Steve y Natasha en Capitán América: El soldado de invierno
Chris Evans y Scarlett Johansson

El gran protagonista

Chris Evans le da una fisicidad imponente a Steve Rogers, que junto a su noble personalidad lo convierten en un personaje fácil de conectar. Va acompañado durante casi toda la película de la Viuda Negra (Scarlett Johansson), quien choca con Rogers en cuanto a metodología de trabajo, pero comparten la falta de hogar e identidad. A la película no le faltan secundarios, muchos de ellos con papeles de mero relleno.

Resulta especialmente frustrante aquél interpretado por Cobie Smulders, quien entra en escena sin darnos a conocer quien es ni que hace ahí. En el bando enemigo, Frank Grillo le da una presencia amenazadora a su Brock Rumlow, haciendo sombra al villano que da nombre al título. Es posible que a parte del trabajo de Grillo, esta sensación se deba también al atuendo que viste el Soldado del Invierno, que choca con el tono serio buscado para la película. Un caso en el que no se ha sabido adaptar bien del comic a la gran pantalla, a diferencia del traje que viste el Capitán América.

Fotograma de Capitán América: El soldado de invierno
Steve y Natasha

En resumen…

Se hecha de menos una mayor profundización en la trama de conspiraciones, un guión con menos tópicos y algo más interesante en la nueva vida de Rogers que su vida romántica. Por otro lado, le sobran lazos, inevitables por otra parte, con “Capitán América: el primer vengador” (Joe Johnston, 2011), varios personajes secundarios, momentos de exposición que pueden traicionar algunos de los giros de guión y algo de metraje en un guión que no termina de justificar sus más de dos horas de duración.

Con todo, el «Capitán América: El Soldado de Invierno» es una película muy recomendable que además seguro hará las delicias de los fans del personaje.