Saltar al contenido

Superman: La película (Richard Donner, 1978)

08/01/2021
Superman imagen destacada

Dejando volar la imaginación

Érase una vez… El cine nos hizo creer que un hombre podía volar. Ha pasado la friolera cifra de cuatro décadas desde que llegara a los cines “Superman: La película”, una de las primeras gran adaptaciones a la gran pantalla de los superhéroes nacidos en los tebeos. Aunque desde entonces el género ha vivido un boom y crecimiento en popularidad, gracias sobretodo al empuje otorgado por todas las producciones de Marvel Studios, esta historia del hombre de acero sigue siendo a día de hoy una de las más recordadas y, quizás, se sigue alzando como la mejor del género junto a “El caballero oscuro” (Christopher Nolan, 2008).

Por encima de esto, la película forma parte de un grupo de producciones de una época del cine muy concreta que, más allá de la calidad inherente del propio producto, levanta pasiones como muy pocas otras cintas. Entre ellas podemos contar Los Goonies, Indiana Jones, Star Wars o Regreso al futuro. Al igual que algunas de estas, el triunfo de “Superman” vendría dado por una afortunada mezcla de factores, que todas las grandes producciones buscan, pero no siempre encuentran.

Imagen de Superman (Christopher Reeve)
Christopher Reeve es Superman

Una increíble suma de talentos

Se pueden destacar los siguientes nombres: dirección de Richard Donner, Mario Puzo colaborando en el guion, música de John Williams y, entre otros, el gran encuentro que hicieron con Christopher Reeve en el papel titular. Además de todo esto, la historia, el enfoque de toda la narración, encuentra un equilibrio perfecto entre los conceptos básicos del personaje, un gran romanticismo y sentimiento melancólico, a la vez que una gran opulencia y un inocente sentido de la maravilla.

La narración sigue las andanzas de Kal El (recordemos que es el nombre natal del protagonista), empezando por su llegada a la Tierra tras la destrucción de su planeta natal Krypton. Se muestra su crecimiento en la granja de la familia Kent bajo el nombre de Clark Kent, pasando por el descubrimiento de su auténtica identidad y la llegada a la ciudad de Metropolis. Es allí donde mostrará su verdadera identidad al mundo por primera vez, y donde la intrépida reportera Lois Lane (Margot Kidder) le dará el apodo de Superman. También será donde encontrará a su némesis por excelencia en la figura del genio criminal Lex Luthor (Gene Hackman).

Lois Lane (Margot Kidder) y Superman

Un Superman atemporal

Lo cierto es que son pocos los peros que se le pueden encontrar al film. El guion hace un retrato perfecto de su personaje principal, plasmando con asombro la opulencia de sus poderes, pero entrando de lleno en sus debilidades que lo asientan como uno de nosotros, pues a pesar de su descendencia extraterrestre, ha crecido y se ha formado como un ser humano más bajo la influencia de los Kent. Su relación con Lois Lane y la confrontación con Luthor harán que, a pesar de ser visto como un Dios, sea un personaje con el que el espectador se pueda relacionar. Además, también dedica tiempo a indagar en las repercusiones de la aparición de una figura casi mesiánica en una civilización desarrollada como la presentada en Metrópolis.

En general hace un buen retrato de sus personajes secundarios, tiene diálogos ingeniosos y las escenas espectaculares siguen funcionando igual de bien hoy en día. Sin embargo, nada de esto luciría tan bien sin el trabajo conseguido por su equipo creativo. Empezando por el tono general de la película. Lejos del tono más operístico de lo que estamos acostumbrados a ver últimamente, y lejos también del acercamiento más “terrenal” (otra manera de decir que han llevado a los superhéroes a un terreno cercano al de la ciencia ficción); en “Superman: La película” se abraza sin pudor ni vergüenza el componente más fantástico y maravilloso de su premisa: un hombre que puede volar.

Imagen de Lex Luthor (Gene Hackman) en Superman: La película

Nuevo icono cultural

Quizás a falta de tener un modo más claro sobre cómo aproximar una adaptación de un medio tan distinto al cine como es el comic, se opta por empezar la película como si de un cuento tradicional para niños se tratara. Se asimila a Superman como un icono cultural a lo Sherlock Holmes o, más bien, Peter Pan, para una nueva generación de audiencias. Hay una intención de aproximar la película a ese maravilloso mundo de la imaginación de los niños, donde todo es posible. Mucho más que en futuras adaptaciones de superhéroes, “Superman: La película” parece estar narrada bajo la perspectiva de un niño.

Pero eso no la convierte en un producto meramente infantil. Como hemos apuntado al principio, la historia está llena de romanticismo y melancolía. La relación entre Lois y Clark tiene un tira y afloja lleno de picardía; la secuencia con la primera aparición de Superman en Metrópolis esta llena de vida e ingenio; y el sacrificio, o, más bien, la irresponsabilidad final que comete Superman, no es más que una muestra de que, a pesar de todos sus poderes y de volar por los aires, en el fondo es tan humano como cualquiera de nosotros.

Y es que la película esta plagada de momentos emblemáticos. La conjunción de la dirección perfecta de Donner, el guión milimétrico urdido por muchas manos (puzo y Donner entre ellos), los magníficos efectos especiales, la fotografía de Geoffrey Unsworth y la magia de un John Williams apoteósico, son una suerte de combinación de talentos única.

Simplemente inolvidable

No hay una generación de cine más llena de nostalgia que aquella que se vivió desde finales de los setenta y durante los ochenta. Ello provoca que a veces se vanaglorie películas que no son tan buenas como se recuerdan. “Superman: La película” es uno de los casos en los que la nostalgia está a la altura del producto. Sigue siendo a día de hoy uno de los mejores entretenimientos que ha ofrecido el séptimo arte, y cómo película de género, sigue alzándose muy por encima de la mayoría de esfuerzos realizados en los últimos años. En definitiva, una película inolvidable.