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El malvado zorro feroz (Patrick Imbert & Benjamin Renner, 2017)

04/07/2018
El malvado zorro feroz imagen destacada

Animación francesa

Aquellos que busquen un tipo de animación distinto a la moda del 3D del Hollywood actual de estilo siempre tan homogéneo, están de enhorabuena cuando se estrenan películas de animación tradicional o en cualquier otro estilo más artesanal, como «El malvado zorro feroz«. Y es que más allá del boom de la animación por ordenador americana, o de la tan cacareada –y seguramente indiscutible- calidad de la animación japonesa, todavía abanderada en mayor parte por el estudio Ghibli, exista otra potencia de cine de animación en Francia que poco le falta, si no lo es ya, en convertirse en un referente en toda regla.

Podemos destacar nombres como Sylvain Chomet, responsable de “Bienvenidos a Belleville” (2003) o “El ilusionista” (2010), títulos como “El día de las cornejas” (Jean-Christophe Dessaint, 2012), o las más recientes “La tortuga roja” (Michael Dudok de Wit, 2016), “La vida de calabacín” (Claude Barras, 2016) o la coproducción japonesa “Mutafukaz” (Shôjirô Nishimi & Guillaume Renard, 2017). “El malvado zorro feroz” es una película dirigida por Benjamin Renner. Es uno de los responsables de esa obra maestra total que es “Ernest y Célestine” (Stéphane AubierVincent Patar & Renner, 2012), quien ahora comparte las funciones de dirección con Patrick Imbert.

Fotograma de Un bebé que entregar
Fotograma de Un bebé que entregar

El malvado zorro feroz” es una traducción del original “Le grand méchant Renard et autres contes…”, que ha omitido la importante coletilla de “y otros cuentos”, pues la película se divide en tres historias distintas adaptando los comics del propio Renner: “Un bebé que entregar”, “El malvado zorro feroz” y “Las navidades perfectas”. Ésta última es la única concebida específicamente para el film, y puede que por ello la más floja, que no mala, de las tres.

Tríptico de cuentos

En la primera historia una cigüeña pierde a un bebe cerca de una granja donde habitan un Cerdo (Damien Witecka), un Conejo (Kamel Abdessadok) y un Pato (Antoine Schoumsky) de lo más salados, quienes se esforzarán para hacer llegar el niño a sus padres. En el segundo relato, un Zorro (Guillaume Darnault) querrá demostrar que es tan terrorífico y malo como le gusta presumir. Para terminar, vemos de nuevo a los personajes del primer segmento en su intento de salvar las Navidades.

Así, la película, en su estructura formada por tres relatos, se inicia como si de una obra de teatro se tratara con uno de los personajes hablando directamente al público (adiós a la cuarta pared). Se presentan las historias y el personaje se disculpa por el retraso producto de unos supuestos problemas entre bambalinas. De este modo te meten de lleno en lo que se desarrollará en la pantalla a lo largo de sus escasos 82 minutos: un sentido del humor tirando a lo absurdo que funciona sobretodo a modo de slapstick muy parecido a las historietas animadas de los Looney Tunes. Es por eso que cualquier intento por trazar una narrativa mayor para cada relato se vuelve un poco fútil. Lo importante aquí es hilvanar sketch tras sketch con la comedia y la ternura del drama siempre por delante, de un modo sumamente efectivo.

Fotograma de El malvado zorro feroz
Fotograma de El malvado zorro feroz

Benjamin Renner

El nexo de unión de estas historias es el tratamiento de conceptos tan importantes como la paternidad y la responsabilidad. Y también la ingenuidad de la juventud, la solidaridad o el amor hacia la naturaleza. Todo ello enmarcado en un ámbito rural muy apropiado con el tono más naif de la propuesta. El mejor cine de animación es aquel cuyos directores aprovechan su habilidad para deformar la realidad para tratar temáticas universales. Y ésta no es una excepción.

Renner ya constató en “Ernest & Celestine” su delicadeza a la hora de plasmar en la pantalla dibujos de una gran sutileza en su trazo recordando al cine de Isao Takahata. En este caso, la película cuenta con un dibujo de lápiz y acuarela, simple e imperfecto pero de trazo muy elaborado y cuidado que da lugar a unos personajes expresivos, gracias además a esa fisonomía tan exageradamente animada de ojo saltones y cuerpos cúrveos, que se sirven para otorgar a sus gags una fisicidad de lógica cartoonesca. Se trata de un estilo muy apropiado para lo que se busca contar en la película. Es un estilo tan ingenuo como las propias historias narradas.

Fotograma de Las navidades perfectas
Fotograma de Las navidades perfectas

Buena animación tradicional

Al final el público objetivo son los más pequeños, quienes seguramente quedarán encandilados por ese estilo tan de cuento. Pero es importante que esto no despiste porque “El malvado zorro feroz” es una película para todos los públicos. Aunque vaya claramente destinada a los más pequeños, se trata de un film que, como sucede con “La oveja Shaun: La película” (Mark Burton & Richard Starzak, 2015) y no en otras como “Los Minions” (Kyle Balda & Pierre Coffin, 2015), trata a su público con inteligencia y contiene una picaresca y un sentido del humor mordaz, muy disfrutable por todos.