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Piratas del Caribe: En mareas misteriosas (2011)

21/07/2016

La franquicia interminable

Vivimos en unos tiempos en los que explotar toda franquicia que haya cosechado una decente cantidad de ingresos en taquilla esta al orden del día, como sucedió el pasado año 2015 en el que se estrenaron hasta tres reinicios de sagas populares; con resultados bien distintos: «Terminator Génesis» (Alan Taylor); completamente olvidable; «Jurassic World» (Colin Trevorrow); entretenida pero carente de alma; o «Star Wars: El despertar de la fuerza» (J.J. Abrams); seguramente la más redonda de las tres. Son tan solo tres ejemplos de producciones que se sabe dan dinero y que las grandes compañías hollywoodienses no tienen reparos en explotar para vaciarnos los bolsillos y de paso llenar las salas comerciales.

Las aventuras de Jack Sparrow

Otra de ellas, aunque estrenada años antes, es la de Piratas del Caribe, cuya primera entrega «Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra» (Gore Verbinski, 2003) fue con toda probabilidad una de las mayores sorpresas del cine blockbuster contemporáneo. Tal fue el éxito que tuvo dos secuelas firmadas por el mismo director. Y hasta ahí llegó; hasta que Walt Disney Pictures decidió continuar las aventuras de su personaje más popular, Jack Sparrow, esperando que la estrella del actor fuera suficiente como para mantener la franquicia a flote.

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas
Jack Sparrow (Johnny Depp) y Angelica (Penélope Cruz)

«Piratas del Caribe: En mareas misteriosas» es una película que corre a cargo de Rob Marshall y tiene un guión de Terry Rossio y Ted Elliot; equipo que intenta dar a la película las previsibles dosis de aventura, humor y espectáculo características de este tipo de producciones. A pesar de presentarnos elementos fantásticos capaces de avivar la imaginación del espectador y diversas situaciones que deberían dejarnos clavados en la butaca, nos encontramos con un caso en el que las piezas simplemente no encajan y poco a poco somos testigos de como la película se va hundiendo.

Muchos problemas en Piratas del Caribe: En mareas misteriosas

Se puede empezar por el trabajo de Marshall detrás de la cámara. El director ofrece un trabajo simplemente correcto; anodino y cumplidor sin ninguna escena que realmente cumpla más allá del traslado justo del guión a la pantalla. Le falta garra en su puesta en escena y contar con una aproximación más espectacular a una producción que lo pide a gritos. Esto se ve agravado cuando nos encontramos con un guión que parece más preocupado en añadir todo tipo de criaturas fantásticas y personajes secundarios para rellenar el metraje que en intentar desarrollar cualquiera de esas ideas.

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas
Barbanegra (Ian McShane)

Se nos plantean relaciones dramáticas entre los personajes; aparecen conflictos físicos entre ellos; pero nada de ello esta trabajado, los personajes parecen vagar sin rumbo durante las más de dos horas de duración con la consecuente perdida de sensación de asombro o excitación, y tampoco llegamos a conocer a los personajes lo suficiente como para emocionarnos con sus conflictos personales. Se levantan interrogantes sobre el origen de muchas de esas cosas y nos obligan a aceptar ciertas premisas que aparentemente no tienen ninguna razón de ser.

Un reparto desaprovechado

A pesar de todo ello, el guión no se puede tildar de despropósito porque la historia y las motivaciones son demasiado simples como para perderse con ellas, pero si que carece de ganas o energías a la hora de desarrollar algo con pies y cabeza. El extenso reparto de la película tiene un potencial enorme que queda finalmente desaprovechado, tanto por parte de personajes viejos como Sparrow, el Capitán Barbossa (Geoffrey Rush) o Gibbs (Kevin McNally); como de los nuevos –Barbanegra, Angelica (Penélope Cruz) o Philip (Sam Claflin).

Piratas del Caribe: En mareas misteriosas
Hector Barbossa (Geoffrey Rush)

Estos dos últimos son los que tienen unos roles más interesantes en la historia, unos papeles que podrían haber dado un buen equilibrio dramático a la función más caricaturesca de Sparrow, quien no deja de cumplir una función puramente cómica a pesar de ser el protagonista. Desgraciadamente, la película termina quedándose en tierra de nadie.

Conclusión de Piratas del Caribe: En mareas misteriosas

Se puede salvar todo el excelente diseño de producción de John Myhre y algo de la banda sonora de Hans Zimmer; aunque su trabajo parezca un poco desganado en algún track, no así en «Mutiny«; «Blackbeard«; «Mermaids» o «Angry and Dead Again«; los temas más destacables de la banda sonora. «Piratas del Caribe: En mareas misteriosas» es una víctima del afán corporativo del cine industrial actual para sacar provecho de franquicias exitosas a cualquier precio. Se trata de una producción sin ninguna virtud auténtica dado que lo poco bueno que tiene –casting y diseño de producción– se puede comprender cuándo se analiza que detrás de ella hay un titán como Disney. Muy desgraciadamente, lo mejor es pretender que ésta película simplemente no existe.